El Nuevo Testamento: "Prueba de amor del Padre"


 

¡Somos Herederos con Cristo!

Roberto entró a la oficina del abogado con desconfianza. Se sentó silenciosamente mientras el abogado leía en voz alta el testamento de su padre. A Roberto, esta formalidad le parecía una pérdida de tiempo. Muchos años atrás, el había leído el testamento de su padre, y sabia que su padre no le había heredado nada en lo absoluto.

Roberto sabia que su exclusión en la herencia, se debía a que nunca vivió de acuerdo con los altos estándares que su padre le había enseñado mientras el crecía. Él no se había convertido en el doctor que su padre deseaba que fuera. Ni siquiera pudo terminar una carrera Universitaria. Cuando Roberto abandonó la casa de su padre, lo hizo sabiendo que era contra la voluntad de su padre.

Mientras Roberto pensaba en lo mucho que había defraudado a su padre, el abogado continuaba leyendo:

"...Y a Roberto le dejo ..."

Roberto movió la cabeza afirmativamente. Para su sorpresa, su padre le había dejado algo:

"...La cuenta de ahorros, la casa, la colección de arte, y el automóvil deportivo rojo que Roberto siempre había querido..."

El abogado notó la mirada de admiración en la cara de Roberto y le pregunto si tenía alguna pregunta.

"¿Esta seguro que mi papá me dejo todas esas cosas? Yo había leído el testamento de mi papá y bien sabia que mi nombre no estaba incluido. Yo solamente fui un gran fracaso para el."

El abogado sonrió y dijo: "Ese era el antiguo testamento de tu Padre. El lo cambió para incluirte como uno de los suyos para heredar su fortuna. Y este último testamento es el que ahora esta en efecto. Roberto, tu padre me contó lo triste que estaba contigo porque tu no sabias que él te amaba. El ha esperado que tu vieras su gran amor para ti a través de su nuevo testamento."

Para la mayoría de nosotros, nuestra relación con Dios se parece mucho a la relación de Roberto con su papá. Hemos leído el testamento antiguo de Dios y hemos tratado de vivir de a cuerdo a sus estándares. Pero sus estándares son muy altos. Todo lo que esperamos obtener de Dios es condenación y castigo. 

La buena noticia, es que ya no vivimos bajo el antiguo pacto de Dios,  Él nos ama y ha escrito un nuevo pacto, y es en este nuevo pacto bajo el cual vivimos actualmente.




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